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Consejos FEDME para la comunidad TwoNav. Primavera y actividad en el medio natural

LA PRIMAVERA LA SANGRE ALTERA

La primavera astronómicamente comienza con el equinoccio de primavera, en nuestro hemisferio el 20 de marzo y termina con el solsticio de verano alrededor del 21 de junio. La primavera se identifica con el aumento de las horas de luz y de las temperaturas medias, el deshielo, la floración, el despertar de la fauna hibernadora y el retorno de las aves migratorias… Y como no, también del regreso a las actividades en el medio natural de muchísimos de sus amantes, sobre todo por la coincidencia de las fechas festivas de Semana Santa. Este año es una temporada atípica, venimos de restricciones de movilidad y de sus lógicas consecuencias. Esto es una variable que debemos tener muy en cuenta, para no caer en trampas psicológicas que nos lleven a intentar objetivos para los que aún no estamos realmente preparados… Y sabemos que la primavera la sangre altera.

LA PRIMAVERA Y SUS MATICES

A nivel climático, en la primavera se produce un aumento lento y progresivo de la temperatura, las precipitaciones tienden a ser más irregulares y menos generalizadas, descargando en forma de chubascos, con la posibilidad de fenómenos tormentosos más probables a mediados y finales de la estación. Siendo muy probable algún período de ambiente invernal debido a masas de aire frío residuales… Es decir que nos puede suceder de todo y en la misma jornada. Esta variabilidad meteorológica aumenta el nivel de incertidumbre y marca la importancia que tiene captar la mejor información posible y tener la formación necesaria para administrarla.

La primavera es una época ideal para hacer rutas de senderismo que nos conduzcan a cascadas, ahora en su máximo esplendor.

La primavera es la época por excelencia del deshielo, este fenómeno produce el aumento del cauce de los ríos que en ocasiones puede ser notable, pudiendo encontrarnos caminos totalmente anegados y encontrarnos en la situación de tener que modificar el objetivo, desviarnos e incluso, si esto no fuese posible, tener que vadearlos. Por lo que siempre es aconsejable contar con un plus de información local sobre el estado de los ríos… Que aunque sean pequeños puedan ser muy peligrosos.

Otros elementos meteorológicos a tener en cuenta son el viento y la niebla. Estos dos últimos años están siendo especialmente ventosos en las montañas españolas, nunca habíamos visto tantas jornadas tan seguidas con rachas tan fuertes. Además, el viento aumenta la sensación de frío ya que favorece la evaporación de la humedad de la piel y para ello consume calor que corporal… Si a esto le sumamos la altitud, la ropa de abrigo será más que necesaria.

Manejar GPS y técnicas de orientación es indispensable para hacer más segura cualquier actividad en el medio natural

La niebla provocada por los contrastes térmicos propios de la estación es un peligro de los más importantes en las actividades en el medio natural. Hay zonas de montaña especialmente propensas a presentar este fenómeno y donde se acumulan intervenciones de rescate por desorientación. Llevar GPS con baterías de repuesto es una herramienta clave para este tipo de situaciones. Pero todavía lo es más estar formados en técnicas de orientación.

LA PRIMAVERA CULMEN DE LA ACTIVIDAD INVERNAL

Para los más adictos, la primavera es el momento culmen para las escaladas en los profundos corredores de las vertientes norte y de las grandes travesías con esquís, aunque estos últimos años los efectos del cambio climático ya se dejan notar y el calendario se muestra más caprichoso que nunca. Las actividades en alta montaña deben mantener el mismo rigor en la gestión del riesgo que las actividades invernales, destacando entre otros dos elementos de alto riesgo, el de caída de piedras por los procesos de gelifracción y el de aludes por aumento de la temperatura.

La formación en nivología aplicada a nuestras actividades, en aludes y rescate son esenciales para las actividades en nieve.

El tema de aludes requiere formación específica en el medio y en la toma de decisiones sobre el terreno. Así como llevar DVA, sonda y pala, herramientas esenciales en caso de rescate de víctimas de avalanchas y que deben acompañar siempre nuestras actividades en terrenos nevados. Con riesgo 4 los guías ya no trabajan, pero ojo al riesgo 3 de la escala ATES, es el más peligroso de todos… Al encontrarse en medio de la escala de 1 a 5 crea una falsa sensación de seguridad y esta sensación mata.

Los aludes no son exclusivos de las cotas más altas y de las laderas más escarpadas, tampoco lo son de actividades de alpinismo o esquí de montaña. Las actividades en terreno nevado y las específicas de raquetas, también deben de contar con el equipo, material y formación para su uso apropiado. Debemos prestar especial atención a las lagunas o charcas heladas y a los puentes de nieve sobre ríos, pueden colapsar bajo nuestro peso y precipitarnos al agua. Debemos evitar transitar sobre los mismos y si eso no fuese posible, debemos cerciorarnos de su estabilidad, sondear su espesor y pasar de uno en uno.

Disfrutar y ser conscientes de los riesgos forman parte del mismo momento

Aunque planificamos la actividad en cotas bajas, donde en principio no haya nieve, tenemos que tener en cuenta factores orográficos que favorezcan la presencia de neveros, siempre que se pueda evitaremos caminar sobre ellos. La dureza de la nieve y la inclinación del nevero pueden ser factores de riesgo muy importantes, una caída no controlada puede resultar fatal… Y esta causa aparece constantemente en la estadística de accidentalidad en montaña. Llevar crampones con antizuecos y piolet, así como tener la formación necesaria para utilizarlos es algo básico para cualquier persona que realice actividades en montaña.

LA PRIMAVERA COMO PUNTO DE PARTIDA

Si somos de los que regresamos a la actividad fisicodeportiva en la naturaleza, tenemos que tener en cuenta hacerlo siempre de modo paulatino, aunque se haya entrenado en el entorno urbano. La elección de objetivos debe ser de menor a mayor intensidad, teniendo en cuenta otros niveles de exigencia además del esfuerzo, como puede ser la severidad del medio o la dificultad para el desplazamiento.

El factor edad también cuenta, los más jóvenes físicamente se adaptan y se recuperan primero, en las edades más avanzadas se debe tener en cuenta una progresión más suave. La clave de la progresión también la debemos aplicar a cada actividad en sí misma, debiendo comenzarla a un ritmo bajo para ir adaptando paulatinamente todo nuestro cuerpo a la intensidad que se requiera.

El Barranquismo es una de las actividades que comienzan con la primavera. Una actividad muy lúdica pero muy comprometida, el conocimiento del medio fluvial es fundamental.

Y con la primavera arranca la temporada de descenso de barrancos. Debido al deshielo, la primavera es una época donde los caudales suelen ser elevados, por lo que debemos buscar información fiable y objetiva, con ella evitaremos llevarnos desagradables sorpresas. Es preciso estudiar la cuenca hidrológica, geomorfología del barranco y posibles deshielos. Si buscamos reseñas en libros, debemos comprobar que estos son fiables y que la descripción se adapta al momento de caudal del barranco. Pero no solo de caudales vive el barranquista, la meteorología para el día de actividad y los días anteriores es fundamental. Consulta según te aproximes a la fecha del de la actividad, 48 horas antes suele tener una alta fiabilidad y presta especial atención a los avisos meteorológicos. Con todo esto y las buenas decisiones que tomemos en el terreno nos garantizan un nivel de riesgo aceptable.

La primavera es una estación llena de matices, también matices específicos de seguridad, para poder disfrutar de la montaña de una manera responsable y segura, os recomendamos seguir las pautas que el Comité de Seguridad FEDME presenta en sus cápsulas formativas https://seguridadfedme.es/capsulas-formativa/ y formaros a través de las Escuelas de las Federaciones Autonómicas y la Escuela Española de Alta Montaña.

Manolo Taibo
Comité de Seguridad FEDME